
En
el Madrid de 1560, Doña María de la Cueva, hija del segundo Duque de
Alburquerque y natural de Cuéllar, Condesa Viuda de Ureña y Camarera mayor de
la Reina Isabel de Valois, dona uno de sus propios trajes de luto, para vestir
la Imagen de la Soledad que labró Gaspar Becerra, a instancias de la Reina. Tal fue
el impacto de esta nueva iconografía, que pronto se extendió a las Dolorosas de
toda la península y a los territorios conquistados por España.
El
ponente de esta conferencia es D. Eduardo Fernández Merino, investigador de la
historia de la indumentaria de las Dolorosas Castellanas y autor del libro
"La Virgen de Luto", es así mismo especialista en sastrería histórica
con trabajos en los teatros Coliseum, Albeniz y Lope de Vega, todos ellos de
Madrid.