viernes, 29 de abril de 2011

FOTOS SEMANA SANTA 2011

En sucesivas entradas se irán añadiendo las fotografías de los Actos de la Cuaresma y Semana Santa de este año.
Comenzamos con La Bajada de la Virgen de su altar y La Eucaristía y El Besamanos.























sábado, 16 de abril de 2011

“LA IMAGEN Y COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD DE CUÉLLAR Y SU VENERACIÓN EN LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO”

            La segunda de las conferencias organizadas por nuestra Cofradía tuvo lugar el viernes 15 de Abril, en el Salón de Actos del Palacio de Pedro I.

 Dñª. Julia Montalvillo García, archivera de la Fundación Archivo Histórico de la Casa Ducal de Alburquerque, fue la encargada de ofrecer una interesante ponencia sobre los orígenes de nuestra Cofradía, que se remontan por lo menos al Siglo XVII.

La imagen de Nuestra Señora de La Soledad es una talla de autor desconocido,  de las llamadas “de candelero”, o “de caballete”, es decir, una imagen que sólo tiene tallados la cabeza, el torso y los brazos. Todo ello se asienta sobre una estructura de palos de madera fijados sobre una base o peana.
Fue la reina Isabel de Valois, esposa de Felipe II, la que por primera vez trae a España un cuadro de la Virgen de La Soledad.

La vestimenta de esta imagen es la de una viuda rica del Siglo XVI. Se veneraba en el desaparecido Convento de Nuestra Señora de Las Victorias, en Madrid. El convento fue desamortizado posteriormente y se cree que la actual imagen de la Virgen de La Paloma es una copia de aquella imagen que trajo la reina Isabel de Valois desde Francia.

Nuestra Señora de La Soledad de Cuéllar siempre ha estado vinculada al Convento de San Francisco. En la época de esplendor de los franciscanos (siglos XVI-XVII) se hacían representaciones del Descendimiento de Cristo en lo que hoy se conoce como la Plaza de La Soledad, frente a este convento de San Francisco. La imagen de la Soledad recibía ante sus pies al Cristo Yacente, dando un realismo especial a esta escena. Es la época del culto a los santos. Es el siglo de los nazarenos y  las dolorosas.

Los Duques de Alburquerque son por ello, fervientes devotos de esta imagen.  Dº. Francisco Fernández de la Cueva (1619-1676), 8º Duque de Alburquerque y Virrey de Nueva España y Sicilia, fundó en la Catedral de Méjico una grandiosa capilla en honor de La Soledad. Un día, mientras rezaba en esta capilla, el duque sufrió un atentado. El agresor le propinó un golpe con la espada e inmediatamente fue reducido por la guardia y ejecutado al día siguiente. El duque atribuyó la suerte de haber salido ileso a Nuestra Señora de La Soledad, y tanta importancia dio a este hecho que envió una carta al Convento de San Francisco de Cuéllar contando este percance.

Los sucesivos Duques de Alburquerque continuaron esa devoción por la Virgen de La Soledad y eran enterrados con el hábito franciscano en su panteón familiar del Convento de San Francisco.

En definitiva, podemos concluir que desde 1695 la Cofradía de Nuestra Señora de La Soledad ya existe. Hay documentos en el Archivo Histórico de la Casa Ducal de Alburquerque que lo demuestran: se ordenaba que la Cofradía de La Soledad acompañara en el cortejo fúnebre de los miembros de la Casa Ducal.

La talla de la Virgen posiblemente también existiera en esa época y se cree que fuera una imagen donada por los Duques.

Julia Montalvillo resaltó el rostro de la Virgen: su textura de porcelana es el mejor reflejo del dolor que transmite ante el cuerpo de su hijo muerto.  
            
En 1871, el Convento de San Francisco estaba en serio peligro de derrumbe. El regimiento de Cuéllar acordó el traslado de varias imágenes, entre ellas la de La Soledad, al templo de San Miguel, donde se venera actualmente.

Finalmente, la Junta de Gobierno de la cofradía entregó a Julia Montalvillo un obsequio en agradecimiento a su interesante conferencia. También se le impuso la insignia de nuestra Cofradía.

Muchas gracias a los ponentes y a todos los asistentes a este Primer Ciclo de Conferencias “Nuestra Señora de La Soledad”.


martes, 12 de abril de 2011

CONFERENCIA DEL PROFESOR JUAN CARLOS LLORENTE

El pasado viernes 8 de Abril, en el Salón de Actos del Palacio de Pedro I, tuvo lugar la primera de las conferencias organizadas por nuestra Cofradía, que bajo el título LA SEMANA SANTA CUELLARANA; IMPRESIONES, ofreció el Profesor de Historia y cuellarano Dº. Juan Carlos Llorente Mínguez.

Ante un numeroso público asistente al acto, el profesor Llorente disertó sobre el pasado, presente y futuro de la Semana Santa de Cuéllar a partir de su experiencia vital de la niñez. Así, ofreció detalles de cómo era la semana santa  en Cuéllar en los años 40, 50, 60 y 70 del siglo pasado. El Domingo de Ramos, la procesión de las palmas partía desde la iglesia del Salvador. Era un domingo de estreno de alguna prenda: ropa, zapatos, pañuelos… El Vía Crucis de Miércoles Santo, lo conformaban los hombres, jóvenes y niños que partían desde la iglesia del Salvador. Las mujeres y muchachas lo hacían desde el templo de San Andrés.  Resaltó la procesión de Jueves Santo, por los barrios de  San Martín y Santiago en los años en que el castillo era prisión. El Cristo de San Gil discurría por la Calle de Las Cuevas, siendo entonces visible esta procesión incluso desde el barrió de La Cuesta. Los altares de iglesias y conventos se cubrían con telas negras o moradas durante toda la Semana Santa.
El paso de la Oración en el Huerto era escoltado por los cadetes de la OJE. Lo propio hacían los representes de los Sindicatos con la imagen de Cristo atado a la Columna.  La urna dorada del Cristo Yacente iba acompañada de los familiares de Román Velasco, administrador de los Duques de Alburquerque. Era un claro signo de que esta imagen procedía del antiguo convento de San Francisco, panteón ducal y verdadera joya arquitectónica, hoy tristemente desaparecido. La Guardia Civil, la Guardia Municipal, los guardianes del castillo, la Banda Municipal de Música… acompañaban según las épocas, a las imágenes del Nazareno, del Calvario o del Yacente. Y cerrando el cortejo procesional, La Soledad, con su carroza de palio y sus capuchones portando tulipas y velas.

Son impresiones de tiempos pretéritos que se funden con las vivencias actuales.

El profesor Llorente alabó la tarea que realiza la Junta de Cofradías actual, organizando la Semana Santa con un completo programa de actos. La publicación de programas de mano y carteles anunciadores, la recuperación de procesiones como la de Jueves Santo (perdida desde los años 70), la creación de nuevas procesiones como la del Sábado de Pasión en la residencia El Alamillo, o la grandiosa procesión del Encuentro que viene celebrándose desde el año 2004, son retos felizmente conseguidos en esta última década. A ello se le une la restauración de imágenes procesionales y la adquisición de otras de nueva factura como la de Jesús Resucitado y “La Borriquilla”.

Todas estas impresiones nuevas han de ser guardadas sigilosamente por los niños y niñas de hoy, como garantía de continuidad en el futuro.
Para terminar, el profesor Llorente agradeció a los asistentes la atención y dedicó una poesía a la Virgen de La Soledad:



DE ESE DOLOR QUE MUESTRAS EN TUS MANOS,
DE ESE LUTO QUE LUCES EN TU TALLA,
DE ESE ROSTRO QUE SUFRE LLORA Y CALLA,
PARTICIPAN CON FE LOS CUELLARANOS.

Y EN EL ALMA, GIMIENDO, TE LLEVAMOS
EN POS DE JESÚS CUAL TÚ LLEVARAS
AL QUE EN TU SENO FERVIENTE
LE CANTARA TU PRIMA ISABEL

Y TE CANTAMOS CON PENA,
POR SI ACASO TE ALENTARA
NUESTRO FERVOR SENCILLO Y CASTELLANO,
QUE POR UN INSTANTE TE ALEJARA
DE ESE INTENSO DESEO, PERO EN VANO,
DE AQUELLA CONDENA QUE ARROJARA
A TU HIJO HASTA SU MUERTE EN EL CALVARIO.